La legitimidad por construir

A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban

Gobernar dentro de un régimen democrático sería mucho más fácil si no hubiera que ganar constantemente elecciones
Georges Clemenceau

Haber triunfado en las elecciones del domingo anterior no representa para los ganadores ningún “pase automático” para los comicios intermedios del 2019 y mucho menos para los “sueños” sucesorios para 2022, pues la legalidad sin duda acompaña a los futuros alcaldes, pero en promedio fueron electos apenas por el diez por ciento del universo de electores, así que la legitimidad aun tendrán que construirla.

Por ejemplo, si se juntan los municipios que gobernará Morena, ese partido gobernará más de tres cuartas partes de la población del estado, pero el universo de ciudadanos que votaron por quienes serán alcaldes es muy reducido, pues Mara Lezama –que gobernará Benito Juárez- obtuvo, por ejemplo 162 mil 670 votos, poco más del diez por ciento…pero gobernará para el millón de habitantes que habita Cancún, luego entonces, construir la legitimidad de su gestión y mantenerla será la tarea.

Claro, si se ponen en perspectiva los números no son nada despreciables, sobre todo si se considera que Carlos Joaquín González obtuvo, en 2016, doscientos mil 832 votos y ello le alcanzó para hacerse de la gubernatura; es decir, apenas 38 mil 162 más que los de Mara Lezama que gobernará el municipio más poblado de Quintana Roo, el más importante económicamente hablando, el más destacado a nivel nacional en materia turística. Sí, pero aun así la legitimidad de la gestión es el tema, pues como fue de impactante la “ola” de Morena en sentido positivo, si las promesas no se cumplen la decepción puede ser de la misma intensidad, pero evidentemente en sentido contrario.

El electorado del estado ha tenido una evolución impresionante en pocos años, particularmente en el sur, en donde ha entendido el valor del sufragio y lo ha aplicado en su beneficio; falta sin embargo la construcción de un régimen en el que la gobernanza sea una condición indispensable para el mantenimiento de los gobiernos; es decir, que el involucramiento del ciudadano en las acciones de gobierno sean una tarea permanente, que se tenga la posibilidad no sólo de observar las “buenas acciones” y recibir las consecuencia de su instrumentación, sino que pueda con sus decisiones moldear las políticas públicas y cancelas aquellas que le sean gravosas.

La tarea pues es para todos los alcaldes, trabajar, construir con sus ciudadanos regímenes legítimos, cumplir lo prometido –vaya que eso sería novedad-, preocuparse por dejar una administración mejor que la que reciben, mejorar los servicios públicos, que de manera general son el peor lastre en la once alcaldías, abatir junto con el gobierno estatal la inseguridad y hacer de Quintana Roo, en concreto, un mejor lugar para vivir; de las futuras elecciones ya podrán ocuparse cuando cumplan al exigente elector que no dudará ahora en manifestar en las urnas la satisfacción de lo recibido.

COMENTARIO MORBOSO

Los vacíos en política no existen, alguien los ocupa, y eso resulta interesante particularmente porque, tras las elecciones federales del 01 de julio, dos partidos nacionales perderán su registro por no haber logrado por lo menos el tres por ciento de la votación del país; esos partidos son Encuentro Social (PES) y Nueva Alianza (Panal).

Los aliancistas nacieron al calor del poderío magisterial de Elba Esther Gordillo Morales, y aunque inicialmente actuaron bastante monolíticos, con el tiempo se han ido desgajando en sus desencuentros internos, tanto, que para el proceso actual el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Díaz de la Torre, prometió al candidato del PRI, José Antonio Meade Kuribreña, el apoyo de 322 mil maestros, mismo por cierto que no llegó; pero además en el país se conformó la asociación “Maestros por México” que apoyó abiertamente a Morena, y al final nadie apoyó al Panal…y desaparecerá.

Encuentro Social es el caso más patético, no duró ni una década como partido, no logró tener más allá de diputaciones, una que otra alcaldía y para el caso de Quintana Roo, apenas logrará tener algunos regidores –esto, después de romper la coalición con Morena-; habrá que ver hacia donde “migran” sus integrantes, aunque seguramente encontrarán cobijo en algún otro partido, lo importante es seguir medrando a costas del presupuesto; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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