Yucatán y Quintana Roo, contener el colapso

A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban

Un buen gobierno es como una buena digestión; mientras funciona, casi no la percibimos
Erskine Caldwell

Desde 2015, Mérida fue considerada la mejor ciudad para vivir, el actual gobernador electo, Mauricio Vila Dosal, iniciaba su periodo como alcalde ese año y el ahora gobernador saliente, Rolando Zapata Bello, era calificado como el mejor de México, pero pasados tres años, la atención en salud –por mencionar sólo un problema- se ha desplomado y esta entidad, junto con su vecino, Quintana Roo, deberán contener la epidemia de influenza antes de un año, cuando se supone llegarán las dependencias federales a asentarse y de que el Congreso quintanarroense se renueve, con tendencias mayoritarias hacia Morena.

Además, saliendo de la capital yucateca, los 105 municipios restantes tienen carencias graves de salud que hicieron que el discurso de bonanza se desplomara; sumado a la deficiente infraestructura para actividad industrial que destacara el mismo Vila Dosal en campaña y que amenaza con colapsar la creciente actividad del estado más dinámico del sureste.

Mérida, la ciudad que espera a partir de 2019 ser sede de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), ha convertido a Yucatán en la entidad con más muertes (23 hasta ahora y contando) reportadas por influenza, según el reporte de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud federal, dato que no debe ser nada alentador para la mudanza de los cinco mil 100 trabajadores de las oficinas centrales de la instancia ambiental federal.

Además de lo anterior, por el número de casos, Yucatán igual ocupa el primer lugar, seguido de Quintana Roo, Campeche, Veracruz y Tabasco, que en conjunto suman el 86.5% de casos confirmados. Si se considera que Quintana Roo es el destino turístico más importante de Latinoamérica, que a este lugar llegan anualmente unos 18 millones de turistas, los riesgos de contagio son mayúsculos. Ese es otro dato nada alentador, pues a Quintana Roo se mudará la Secretaría de Turismo (Sectur) federal.

Derivado de lo anterior, se infiere que el reto para los gobernadores de Quintana Roo y Yucatán, Carlos Joaquín González y Mauricio Vila Dosal (toma protesta el 01 de octubre) es enorme, pues aun cuando las mudanzas de las instancias federales será un proceso gradual, se supone que oficinas centrales llegarán en menos de un año, ¿alcanzarán a normalizar la situación?

En el caso de Quintana Roo, 2019 representará la mitad del gobierno de Joaquín González, tendrá elecciones legislativas y, si la tendencia es como en 2018, el Congreso local será mayoritariamente de Morena, lo que requerirá el mayor de los esfuerzos políticos para que el resto de la administración transcurra sin colapsar; pero Yucatán iniciará labores con un Congreso de fuerzas diversas y las problemáticas sociales que tendrá en lo inmediato, obligará al equipo de Vila Dosal a asumir sin “curvas de aprendizaje”, deberán asumir el reto en plena contingencia y demostrar la capacidad para contener la afectación; ambos son gobiernos panistas, deberán hacer la diferencia en un país que tiende a acercarse a Andrés Manuel López Obrador.

COMENTARIO MORBOSO

Y resulta que la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo creó este jueves su Consejo Ciudadano, con el objetivo, según se informó, de dar opiniones, recomendaciones y críticas sobre el trabajo de la dependencia.

Se crea en la peor de las etapas como instancia estatal, con un fiscal como Miguel Ángel Pech Cen que ha sido señalado públicamente por su ineficiencia y que en la víspera de comparecer ante Congreso estatal, se debate entre la permanencia y la remoción, asegurando sin embargo que, si los diputados locales deciden revocarle el mandato, pues será entera decisión del Legislativo, porque él no renunciará.

El organismo inició “tan bien” su vida pública, que en nombre de la Barra de Abogados en el Estado, Manuel Alcocer Heredia, dijo que el desempeño del fiscal ha sido bueno, pero que necesita del apoyo ciudadano. Anda pues.

“Mucha gente tiene una idea errónea de que la ola de violencia que sucede en Cancún es culpa de la Fiscalía, pero no es responsabilidad de la Fiscalía, sino de los cuerpos de seguridad municipal, estatal y federal.” Ah bueno, pero se trataba de “echarle la mano”, ¿verdad?

Cuando se “ciudadaniza” la administración pública, en una gobernanza simulada para sostener a “los mismos” o avalar su ineficiencia, se corre el riesgo de cometer ridículos como los que acaba de leer, estimado lector; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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