La construcción de una clase política en el sur del estado de Quintana Roo

Por Carlos Barrachina Lisón
4 de abril de 2018

Los que siguen mis columnas recordarán que desde hace varios años llevo repitiendo la cantinela de la necesidad de construir un proyecto en el que se vaya conformando una clase política fuerte en el centro y el sur del Estado. Quintana Roo no inicia en Tulum. Los del norte nunca van a reconocer esto, y en el sur la gente se conoce tanto que no deja que nadie destaque y se conformen liderazgos propios.

El PRI amortizó una generación de jóvenes; el PAN no tiene cuadros de valía, y ni el PRD ni MORENA tienen estructuras reales efectivas. Los independientes empiezan a surgir, pero todavía no hemos probado sus liderazgos, ni sabemos si van actuar de una forma diferente. El partido “CONFIANZA” que aparentemente impulsa CJ cada día se difumina más. Ha servido para entretener a algunos, generar divisiones entre los joaquinistas, y para crear falsas expectativas de futuro, pero nació muerto.

El Gobernador y su equipo más cercano, ya claramente dirigido por Juan de la Luz, tiene todos los hilos de la madeja en la mano, y puede pactar con unos y con otros. No necesitan de nadie, y mucho de menos de una nueva estructura partidaria. Esa es un área de oportunidad, porque al no repartir prebendas, no generan compromisos estables, y pueden surgir liderazgos independientes, fuera o dentro de los partidos tradicionales.

Para consolidar una nueva clase política, que no dependa del poder, todo pasa por la construir alternativas y equipos. Ello debe contar con la generosidad de muchos, y por el aprovechamiento y empoderamiento de los mejores cuadros. Se ha de ser inteligente, dejarse de grillas baratas, y entender el juego de los que manejan la madeja.

El poder marea, y éste sólo se obtiene de dos formas: en lo oscurito con pactos anti naturales; o de frente con buenos cuadros, y estructuras comprometidas. Estas elecciones están poniendo a prueba la paciencia de todos. Las coaliciones, los pactos oscuros, las traiciones y simulaciones están al orden del día. Es imposible prever, porque todos son marionetas de no se sabe qué intereses. Es por ello que todo cambia en segundos. Es importante que a medio plazo surjan liderazgos, y que los ciudadanos dejemos de golpear a todo aquel que levante la cabeza. Hay que profundizar en ese espíritu democrático, y darnos la oportunidad de conocer alternativas (aunque éstas residan en los partidos tradicionales).

Esta semana pasada me recorrí todo el estado y me entrevisté con muchas personas en Chetumal, en Bacalar, en Tulum, en Playa del Carmen y Cancún (sólo compartí una foto con don German Gallegos –Don Cafeto-), pero platiqué con varios políticos importantes, he incluso me dio tiempo de ir a la presentación “fallida” de los candidatos del PAN-PRD-MC en Playa del Carmen.

Me preocupa que los políticos del “norte”, ni conocen ni les interesa el sur. Su mundo es Cancún, Playa, Cozumel y quizás Tulum. No tienen idea de lo que pasa más allá. Me atrevería a decir que ni siquiera conocen a los comunicadores más importantes (por supuesto no palpan la realidad ciudadana).

Es un poco desesperante. No acaban de entender que por muchos votos que se concentren en el norte; siempre será el sur el que decidirá el Gobernador, por la división del voto ciudadano en estas ciudades, y porque Chetumal sigue siendo la segunda ciudad del estado en número de votantes (en las elecciones a gobernador del 2016 de las 484,776 personas que emitieron su voto en el norte votaron 330,544 ciudadanos; mientras que en el centro y sur del estado lo hicieron 154,252). Con toda claridad y sin ambigüedades: únicamente con el norte no se ganan las elecciones.

He declarado en algunas ocasiones que mi corazón se sitúa en el centro izquierda moderado. También que los partidos no son culpables de las estupideces que cometen sus dirigentes. Creo en el sistema de partidos y no encuentro otra alternativa en el mediano plazo.

En estos momentos, la soberbia priista y la falta de voluntad por reconstruir un partido del que vivieron muchas personas que dañaron al estado, sitúa a este instituto político como un apestado que difícilmente va salir del agujero en el que se encuentran. El panismo y el perredismo se subió al carro de la voluntad transformadora de la gente, que se encarnó, durante un tiempo en Carlos Joaquín González. En estos momentos la falta de liderazgos, y de estructuras, hace que estos partidos sean rehenes del Gobierno del Estado, y que sean ellos los que en primera instancia reciban el desgaste del descontento que existe sobre el gobierno de un “cambio” que nunca se produjo. Por su parte MORENA ha rizado el rizo. Ha superado lo imposible. Aupados en el cansancio y el enojo de la gente, se están colgando del tirón electoral de Andrés Manuel López Obrador. Ante la falta de estructuras y de recursos para enfrentar las campañas locales, han recurrido a los políticos priistas más corruptos que han podido encontrar. Muchas personas que hicieron daño se han trasladado de estructura, como si eso les purificase. En poco tiempo, si acceden al poder y se comportan de la misma forma, MORENA se apestará a los ojos de la ciudadanía.

En este panorama descorazonador, quiero ser optimista y reclamar liderazgos que imaginen nuestro futuro.

Lo he señalado por activa y por pasiva. En el sur del Estado, en estos momentos, sólo veo a Luis Torres Llanes, entre los que van a competir por una posición. Soy consciente de que hay descontento en la ciudad. No tengo ninguna duda que le va a pasar factura el desgobierno en el que se vive en el estado. También que muchas personas, con buena voluntad, creen que el cambio ahora pasa únicamente por AMLO (de la misma forma que muchos pensábamos que el cambio pasaba por CJ). Sin embargo, el cambio únicamente puede pasar por personas que quieran escuchar a los otros y que creen equipos; que se olviden de los egoísmos parroquiales y abran el juego ciudadano. Señalan que Luis es obediente y subordinado. Yo veo más allá en su persona, y creo que realmente quiere transcender. Es posible que ésta sea una de las pocas esperanzas inmediatas que tenemos en el Sur. Dicho esto, tengo pocas dudas en el hecho de que va a ser diputado federal. No tiene competencia. Tendremos que ver si en los próximos años empieza a asumir ese liderazgo “democrático” que reclamo y que Quintana Roo necesita. Yo por lo menos voy a tener esa paciencia …

En las últimas semanas me he estado fijando en otro político quintanarroense, con orígenes chetumaleños, aunque nacido y afincado en Cancún. El presidente del PRD Jorge Aguilar Osorio se me ha revelado como una persona inteligente, sensata y con muchas posibilidades de construir espacios para que entre varios se impulse una mejor forma de hacer política. Al conocido como el “topo” le ha tocado bailar con la más fea de la fiesta, y le van a cargar la responsabilidad de varias de las nominaciones de candidatos más complicadas de esta elección (buena parte de ellas destinadas al fracaso electoral). Sin embargo, en mi opinión ha realizado su tarea de la mejor forma posible… y creo que tiene formas e interés en impulsar estructuras partidarias interesantes.

Sé que muchos de ustedes no estarán de acuerdo con estas opiniones. Sin embargo, qué opciones tenemos. ¿Creen que es sano que nos dediquemos a criticar todo lo que se mueve, sin dar la oportunidad de demostrar y construir? No es cuestión de la búsqueda de un hueso, es el momento de construir sociedad y opciones. De pensar y de utilizar la inteligencia.

Por supuesto también lo es de señalar lo que no nos gusta. En el caso de este “opinador”, como me bautizó la vocera del gobierno, no tuve empacho en apoyar a CJ en la campaña, y tampoco en comentar de la forma más objetiva posible sus desaciertos, desde el minuto uno de su administración. Algunos me tiraron a loco, pero con el paso del tiempo creo que se confirmaron mis señalamientos.

Sin perder el norte, ni la crítica respetuosa, creo que hemos de apoyar opciones posibles. Veremos que nos depara el futuro; pero éste no existe sin la construcción y consolidación de liderazgos locales democráticos y abiertos.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *